La amante empedernida

Al sentarme una noche pensaba en una ilusión para mi vida, de repente escucho el teléfono y la voz sutil de ella, mi dama secreta me invita a revivir momentos de lujuria en la acostumbrada cama de motel llena de gritos y personas olvidadas.

Sin pensar dos veces mi cuerpo adquiere vida propia y sin consultar a mi mente me obliga a recordar instantes de estremecimiento indefinido, llego al lugar indicado, a la hora exacta, vestida con un atuendo despampanante, dejando al desnudo sus pechos y dando a conocer sus piernas perfectas, sabia que era mi debilidad, la encontré con un mechón caído por el viento de la madrugada, su rostro perfecto pintaba una sonrisa pícara que predecía los acontecimientos a seguir en el transcurso de la velada.

No tardamos en pedir unos tragos para obviar la timidez de las primeras horas, un whisky doble, pedí, ella como toda mujer de clase se limitó a un martini, me quede ciego mirándola al apoyar la copa en sus carnosos labios agridulces.

Era un juego peligroso de seducción y ambos sabíamos el desenlace del intercambio de miradas y el constante roce de cuerpos.

Salimos como ráfagas, fuimos al motel como de costumbre, al mismo de siempre, pedí mi habitación.

Mi musa colocó música afrodisíaca, prendiendo un cigarrillo que era señal de que todo tome rumbo a la búsqueda del placer continuo.

Miraba su cuerpo moviéndose al compás, con el cigarrillo en la mano, en ese mismo segundo lo tiró y deseándonos locamente nos rompimos la boca con besos desenfrenados, las pieles convirtiéndose en una sola, su sudor era el mío, las gotas recorrían su cuerpo dándole escalofríos, su pelo tocaba mi pecho y ella sabía que esto me excitaba.

Nos poseímos, tuvimos una noche hirviente, probamos cosas prohibidas, no llenamos, nos llenamos de nada, porque al terminar la rutina se despidió con un beso suculento y desquiciado. La pena, el dolor y la soledad me dejaron sentado en mi mismo sofá, fumando, viendo el amanecer y buscando como siempre una ilusión para mi vida.

.pedaZito de cielo.™

(Cielito Clari Yaluff)